viernes, 27 de marzo de 2009

De los hombre de mi vida.

"ELE"

Mi “ELE” tan pequeño como un brote de soja recién nacido.
Mitad hombre, mitad niño. Tan adorable como el sol cayendo en el ocaso y tan detestable como un pantano hediendo.
Con cual mitad quedarme. Asustas como hombre, te va grande. Asustas como niño, te va chico.
Es que todo es incierto, todo es dolor, todo es amor con vos, y amor del bueno. No puedes quedarte a mi lado. No puedo cuidarte mi niño viejo y tampoco puedo ayudarte mi hombre pequeño.
Desatas en mi tempestades de ira, hermosa agonía de tardes doradas como el trigo.
No soy madre de ningún niño, ni soy mujer para tu lado viejo.
No quiero quedarme aullando en la noche oscura, no quiero morirme a tu lado cielo.
Eres un ángel, un ángel bueno. Tu pelo dorado y tus lindos ojos tiernos me invitan a recorrer caminos de invierno. Para que mas calor mi vida, si juntos nos prendemos fuego.
Quien pudiera completarte “ELE”, a mi me queda grande este trayecto, de flores, espinas y reniegos.
Ojalá la Luna llena haga de mi una mujer nueva: mitad madre, mitad mujer, cielo e infierno. Ojalá tus lindos ojos canela llenaran de vida a esta mujer muerta. Me quedo a tu lado porque tu si me completas.
Hay mi niño pequeño, hay mi hombre viejo, déjame mimarte una vez mas cuando despiertas.

lunes, 9 de febrero de 2009

cero tecnología

si 3200 km recorridos durante 4 dias en auto no te hacen refleccionar , no creo que nada en este mundo pueda hacerlo.
Sucede que termine la facultad, lo cual supone que soy una persona adulta y preparada para enfrentar el terrible reto de dejar de ser una muchachita y convertirme en mujer; ovbio lo que se resume solo a tener trabajo.
lo que si es cierto es que esto de la tecnologia a modificado toda la vida de pobre gente como yo. Nunca pense que llenar un curriculum por internet fuera mas dificil que los logaritmos de Analisis matemático I. Sigo insistiendo que la gran mayoria de las cosas (para no decir TODO, solo por vos) son mas complicadas que antes. No se si por sudaca o por torpe, pero, por ejemplo: hace un par de meses un amigo me hizo oir una canción de un tal Luis Ramiro, me encantó, el tipo es de España y yo solo queria hacerle saber que en Argentina tambien lo escuchaban. Bueno la odisea comienza en el momento que en su blog no puede dejar un comentario. Luego entré no se como en su foro, Dios el que no haya entrado a un foro antes, pues no lo haga. No entendi nada, es mas todavia no se si deje o no el comentario, hasta me puse nerviosa. Todo por hacerle un bien a Luis ramiro. Aprovecho para saludarlo desde aqui, por cierto me encanta tus canciones.
he mandado una centena de curriculum ya no se ni a que empresas ni para que rubros, que no les extrañe si llamaran a mi casa preguntando por mi desde Medicos sin Fronteras. Y casi, pegó en le palo, porque me pasaron llamada hace unos dias desde Francia, y el problema fue que nadie en mi casa entendia lo que el frances decia. Total frustracion primera oportunidad laboral perdida por no enterder un corno lo que decia el empleador.
Los dejo, ya me desahogué, porque era escribir aquí o romper la computadora.
Seguiré mandando mails, fotos, curriculums, y todo lo demas

viernes, 7 de noviembre de 2008

DEFENDER LA ALEGRÍA

Vivimos tiempos díficiles, vivimos tiempos duros y cargados de incertidumbre. Por eso hoy, quería compartir con ustedes un verso de Mario Benedetti, que espero los llene de esperanza y nos ayude a conservar la calma a pesar de todo; para que nuestro ánimo no caiga más que las bolsas del mundo. Bueno aquí va

Defender la alegría
como una bandera
defenderla del rayo
y la melancolía
de los ingenuos
y de los canallas,
de la retórica
y de los paros cardíacos,
de las endemias
y las academias.
Defender la alegría
como un destino,
defenderla del fuego
y de los bomberos,
de los suicidios
y de los homicidios,
de las vacaciones
y del agovio,
de la obligación
de estar alegres.
Defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido
y de la roña,
de la famosa pátina
del tiempo
del relente
y del oportunismo
de los proxenetas.
Defender la alegría
como un derecho,
defenderla de dios
y del invierno
de la mayúscula
y de la muerte,
de los apellidos
y las lástimas del azar
y también de la alegría.

jueves, 2 de octubre de 2008

LA MAYOR QUEJA




Antes de sentarme por vez numero mil frente a la computadora a terminar mi tesis para la Universidad, y hoy que por milagro de Dios o por gracia divina o no se que, tengo 10 minutos libres, quería comentarles algo que me pasó.
El martes por la tarde, mi padre me invita a jugar una partida de ajedrez. Hasta hace unos pocos años atrás, todas las noches jugábamos, pero ahora todo es más complicado, quizás porque a medida que las personas crecen los horarios de una familia se vuelven mas caprichosos.
Con una pena de muerte rechacé su invitación.
Intenté que mi padre entendiera la situación, intenté que mis disculpas lo dejaran convencido de que finalmente me había convertido en una mujer trabajadora, con obligaciones, y todo lo demás.
-Papi, estoy en medio de algo, tengo que liquidar esta operación, calcular los intereses, sacar los costos asociados a la tramitación, y tengo un millón y medio de pendientes que debería haber concluido hace como 2 años atrás. Te juro que no tengo un segundo.
Me miró, como quien mira a una máquina de calcular, con esa misma frialdad.
Pasados unos segundos me dijo una frase de José Arguelles:
-Hija,
....QUIZÁS LA MAYOR QUEJA SEA " NO TENGO SUFICIENTE TIEMPO".
....QUIEN SE APROPIA DE TU TIEMPO SE APROPIA DE TU MENTE.
POSEE TU PROPIO TIEMPO Y CONOCERÁS TU PROPIA MENTE.

Quedé muda, y por un momento pensé que nunca más volvería a salir ni una palabra de mi boca.
Esa noche me quedé a su lado y jugamos al ajedrez.

Tenemos que aprender que no somos indispensable, que porque nos tomemos un par de segundos al día el mundo no se va a detener, ni se va a caer; y tenemos que permitirnos esos momentos, que nos reconcilian con la vida y nos hacen felices.

lunes, 22 de septiembre de 2008

MUCHACHO CUIDA TUS ALAS


Cuando San Agustín daba a los jóvenes ese concejo que acabo de escribir como título de este artículo resumía, con su habitual eficacia literaria, todo un mundo de experiencias humanas que es el que hoy repetiría yo a cuantos jóvenes me escriben: cuidad vuestras alas, o como decía literalmente San Agustín, “nutrid, alimentad vuestras alas”.
Porque tal vez, lo más dramático de este mundo en que vivimos es que hay en él muchísimas personas que están llegando a la vejez sin haberse enterado de cuan tercamente lucharon sus alas por llegar a salir bajo sus omóplatos, pero murieron como ramas secas, o porque la realidad las mutiló, o porque ellos mismos no se preocuparon de cultivarlas.
Tendríamos la obligación de explicárselo bien claro a los muchachos: entre los catorce y los dieciséis años – a mí me gusta llamar a este tiempo “la edad sagrada”- todo ser humano normal tiene ese don terrible de poder elegir entre convertirse en un reptante, que solo tiene pies para poner zapatillas, o en un ave de vuelo más o menos poderoso, pero capaz, en todo caso, de remontarse sobre sí misma.
Y tendríamos que decirles aun más claro que, en definitiva, en la última instancia, la opción asumida depende casi exclusivamente de ellos. Decidles que el mundo puede zancadillar, obstaculizar, dificultar, recortar, reducir un gran porcentaje de sus esfuerzos, pero que al final, el gran salto quien lo da o lo deja de dar, quien asume sus alas o las deja perdidas en el gran perchero de la vulgaridad, es la propia persona que hace la opción, es el propio adolescente quien elige reptar o volar.
En esto me parece que nos hemos ido de extremos a extremo.
Y no sé al final cual de ellos sea más peligroso. Cuando yo atravesaba esta edad sagrada- hace ya cuarenta años- nos hicieron un bien infinito al hablarnos del “ideal”. Nunca lo agradeceré bastante. Nos explicaron que había grandes cosas por las que valía la pena luchar. Un poco románticamente nos señalaron diversos tipos de heroísmo como metas posibles y necesarias. Y en todo ello había mucho de tópico e ingenuo. Pintaban demasiados luceros en nuestro horizonte, Pero, al menos, consiguieron con ello que nos acostumbrásemos a mirar hacia arriba.
No nos explicaron, en cambio, - y ese fue su fallo-, que la realidad es cruel, que tres de cada cuatro de nuestros ideales serían mutilados o arrasados. ¡Nos pegamos, por ello, cada batacazo! ¡Cayeron tantos en el otro extremo del cinismo!.
Pero tengo la impresión de que ahora está ocurriendo exactamente lo contrario, que me parece muchísimo más peligroso. ¿Hay adultos, maestros, o guías que tengan ilusiones suficientes para trasmitirlas? ¿No se encuentran, más bien, los jóvenes con una generación de plañideras que no pueden invitar a conquistas en las que no creen?
La Tierra se ha poblado de lo que Juan XXII llamaba “los profetas de las calamidades”. Y uno ya sabe que la marcha de este planeta no está para fandangos, pero es que te levantas y el periódico te habla de la próxima conflagración mundial; tu vecino de autobús te anuncia la nueva subida de la gasolina; la señora que limpia la escalera te cuenta que los jóvenes de ahora han perdido el respeto, la limpieza y quince cosas más; el compañero de trabajo te habla pestes del jefe y si entras en un bar te hablan mal de los curas, de los políticos, de los fabricantes de cerveza y de los deshollinadores, y llegas a la noche a tu casa preguntándote si algo funcionará bien en este mundo, y hasta te maravillas de que al abrir el grifo salga agua en lugar de vinagre.
A veces miro con pena a los chicos de ahora, a quienes hemos convencido de que no tienen más horizonte que el de la próxima guerra mundial y a quienes empujamos, mientras la bomba llega, a malgastar su vida lo más ruidosamente que puedan y sepan.
Yo prefiero volar. Si esta temida guerra tuviera que llegar, aspiro a que, al menos, me encuentre volando y habiendo vivido hasta el último céntimo todos los sorbos de vida que me hayan concedido. Con lo que si, además, no llega, nos vamos a ir encontrando mejor cada vez en un mundo de gente ilusionada que en otro de reptantes asustados.
Por eso digo a los jóvenes que cuiden sus alas. Que procuren tener varias, si es posible tres pares, como los serafines, porque luego viene siempre la realidad y te recorta algunas, así que hay que tener por si acaso, varias de repuesto. Que no se olviden tampoco de que es muchísimo más importante dedicarse a fabricar unas alas que a podar sus defectos. Hay gente que gasta su tiempo en quitarse chinitas de los zapatos o callos de los pies cuando podría, simplemente, volar.
Era San Agustín quien decía aquello de “ama y haz lo que quieras”, no porque sea bueno hacer lo que a uno le venga en ganas, sino porque cuando uno solo le vendrá en ganas hacer cosas dignas y ardientes.
Si los chicos aprendiesen a volar, si todos alimentasen sus alas, su coraje, su pasión, sus ganas de ser alguien y mejorar al mundo, ya podría el paro encadenar a un alto porcentaje de ellos, ya podrían venir río de droga por todos los canales de los negociantes: ellos seguirían creyendo en sí mismos y en su lucha. Porque no es cierto que a los jóvenes les vaya mal porque han caído en la droga o en la soledad. Al contrario, han sido atrapados por la amargura y por la droga porque ya antes les iba mal, porque ya tenían el alma a medio encadenar. No se llena de veneno o de vinagre una vasija que no esté previamente vacía. Hace falta un cazador buenísimo para cazar los pájaros que vuelan más alto. Muchos se quejan de que les pisan y no se dan cuenta de que fueron ellos quienes eligieron ser cucarachas.

AMIGOS ELIJAMOS SIEMPRE VOLAR.


martes, 26 de agosto de 2008





COMPRENDER…

Solo diez letras
Y salvarían al mundo

miércoles, 20 de agosto de 2008

MENSAJE INDIGENA AL MUNDO ACTUAL

Cuando Marcos Terena, delegado de todos los pueblos indígenas del planeta habló ante todos los presidentes del mundo en la Cumbre Ecológica, asombró con sus conceptos de vida y filosofía de los aborígenes americanos a quienes muchos consideran salvajes.

¿Les interesa saber lo que dijo?
"Están destruyendo la vida y la naturaleza y me dan siete minutos, después de quinientos años de silencio, para llegar a vuestros corazones.
Nosotros tenemos nuestra filosofía. Tenemos ciencia y sabiduría.
Conocemos la naturaleza, hemos trazado nuestra propia carta de la tierra.
"el planeta es una canoa en la que viajan indios, bancos y negros.
Cuando no podamos respirar más aire, cuando no tengamos más bosques, ¿qué haremos?. Tal vez inventen píldoras para aplacar la sed, pero no tendrá el mismo gusto que el agua cristalina.
"No podemos ser desalojados de nuestras tierras. Somos parte del agua,e l aire, la tierra, lo que ustedes llaman medio ambiente"